Los pasivos corrientes, también conocidos como pasivos a corto plazo, son las obligaciones financieras de una entidad o individuo que se espera que se liquiden en un período de tiempo relativamente corto, generalmente dentro de los próximos doce meses. Representan deudas y obligaciones que deben ser cumplidas en el corto plazo.
¿Qué son los Pasivos corrientes?
Algunos ejemplos comunes de pasivos corrientes incluyen cuentas por pagar a proveedores, salarios y beneficios por pagar a los empleados, impuestos por pagar, intereses a corto plazo de préstamos bancarios, dividendos por pagar a los accionistas y otros pasivos a corto plazo relacionados con las operaciones comerciales.
Los pasivos corrientes son importantes porque representan obligaciones inmediatas que deben ser cumplidas por la entidad o individuo. Estas obligaciones pueden afectar la liquidez y la capacidad de la entidad para cubrir sus deudas a tiempo. Por lo tanto, es fundamental una gestión adecuada de los pasivos corrientes para asegurar el flujo de efectivo suficiente y evitar problemas de liquidez.